"Ella bailaba, bailaba y soñaba a la vez. Sentía que la música recorría su cuerpo mientras que, en su mundo ella era una princesa, una princesa de cuento, vestida de seda rosa, cubierto el pelo de violetas.... Notaba los rayos que entraban por su ventana y se sentaba en su alfombra diciéndose que era un jardín, su jardín de cuento de hadas, donde ella era siempre feliz. Pero de vez en cuando tenía que volver a la realidad, abrir las puertas de su cuarto, de su alma y salir a este mundo; no le importaba demasiado pero a veces le daba miedo... miedo al contraste entre su mundo y el resto, miedo a no encontrarse, miedo a perderse en la oscuridad de la noche cuando no había estrellas y no podía ver las de su jardín... No tenía una vida mala, pero era tímida, tímida como una rosa tardía con dificultades para abrirse, por eso sufría de vez en cuando en soledad, por eso ella bailaba, y cuando se cansaba de bailar leía, leía para crear nuevos sueños y lugares donde vivir, quería que su mundo fuese más bello que el de los demás y separarlo con un muro de plata de la tierra y quedarse allí con todo lo que ella quería... Pero había un problema, ella quería arrastrar a su mundo a la gente importante de su vida, quería enseñarles la felicidad de la que ella gozaba para que ellos la disfrutasen también, pero no la entendían... la querían y por ello la escuchaban pero no eran capaces de entenderla, y la luz de sus sueños se fue apagando, y poco a poco fue dejando de bailar, y a la vez de soñar... sus libros acumulaban polvo en una estantería y los nuevos que llegaban, llenos de historias para sumirla en la alegría, no eran abiertos jamás.
Y la gente se preocupaba, ella le iba perdiendo el miedo a todo lo que había tenido antes, pero ahora ya no llevaba ilusión y felicidad, ahora tenía una mirada fría, un semblante gris, y un cuarto oscuro, que había perdido su jardín; ya no calentaba el sol allí, ya no estaba la princesa paseando con sus violetas en el pelo y su vestido rosa, ya no había libros por el suelo que cubrían el prado del jardín.... Ahora solo había una moqueta verde, un cajón lleno de CD´s, una bolsa con libros para regalar... puesto que ella aún tenía el recuerdo de sus días felices y quería que alguien los viviera de nuevo...
Y sucedió.... sucedió que nuestra princesa se vistió de rosa, y se puso violetas en el pelo; sucedió que volvió a bailar con la gracia de siempre pero con una felicidad mayor; sucedió que su cara tomó color porque volvió a recibir los rayos del sol en su jardín; sucedió que en sus ojos brilló de nuevo la ilusión de la vida, y su sonrisa colmó de nuevo de alegría a los que la querían, y ahora había uno más, alguien que se había atrevido a profundizar en ella lo suficiente como para aceptar el reto de entrar en su mundo, de sentarse en su jardín, y aquello hizo que la princesa no fuese siempre sola y alguien leyera con ella los mundos donde juntos podrían vivir, y mientras tanto, observaban estrellas allí."
Gracias pequeña por animarme a colgarlo ;) y por retocar el dibujo para que pudiera ponerlo aquí
Besitos
Pau
1 comentario:
Gracias a ti, hermanita, por ofrecerme unas palabras que no lograba encontrar a la hora de describir mi propio mundo interior (aquel que todos tenemos y en el que nos gustaría bailar eternamente).
Publicar un comentario